A través de contrastes en el dormitorio es posible crear un espacio íntimo y relajado, con una estética contemporánea y sofisticada, permite combinar materiales nobles con una paleta de colores que este invierno viene marcada por los contrastes, por la neutralidad unida a la calidez, con el gris y el blanco en combinación con el morado como grandes protagonistas de la temporada.
Las texturas de la ropa de cama, de almohadas y cojines, especialmente si están elaborados a partir de tejidos naturales como lana, lino, terciopelo o algodón, contribuyen a intensificar el cariz acogedor y sosegado de cada dormitorio, especialmente apropiado cuando los mercurios bajan y el frío hace acto de presencia.
El uso de materiales nobles en el mobiliario, facilitan los contrastes en el dormitorio y ofrece un sinfín de posibilidades para dormitorios de estilos bien diferenciados y sugerentes, bien de corte más romántico, influidos por el minimalismo nórdico o bien de estética clásica contemporánea.
Ya sea con mobiliario lacado en blanco, de cerezo o de roble natural, la elegancia del gris y la calidez del morado se traducen en equilibrio y armonía en el dormitorio.
Una alfombra de fibras naturales e incluso una composición artística pueden contribuir a redondear la habitación soñada mientras duren estos fríos invernales. Eso sí, para quienes añoren los paisajes sin lluvia, un complemento vegetal puede aportar un punto de naturalidad y frescura a todo el conjunto.
Así pues, independientemente de la estación del año en la que nos encontremos, es posible conseguir, en el dormitorio, ambientes que nos hagan disfrutar de esta magnifica estancia, y no solo mientras estamos durmiendo… tan solo tenemos que dejar volar nuestra imaginación, y por supuesto, contar con materiales de gran calidad. Esto último, sin duda, puede ser uno de los aspectos más importantes, por ello es conveniente dejarse asesorar por los mejores profesionales.